Durante 9 años la Dra. Martínez desarrolló la técnica tradicional de abdominoplastia dejando el ombligo adherido a la pared abdominal. Esto implica que al momento de estirar la piel encima del ombligo para cerrar la abdominoplastia, se debía crear una abertura para por ahí sacar el ombligo y coserlo a la piel superior.
Lamentablemente esta técnica deja una cicatriz circular alrededor de la piel del ombligo y por ende muchas veces se veían casos de queloides con mal aspecto estético, cambios de pigmentación de piel en la piel del ombligo y cierre total del orificio generando mal olor, así como la incapacidad para realizarle una adecuada limpieza.
La técnica del ombligo nuevo comienza a desarrollarse en manos de la Dra. Martínez, única en Perú en febrero del 2019 y desde entonces los ombligos tras una abdominoplastia quedan 100% naturales sin cicatrización periférica, mal olor o visión inestética.
El ombligo es una cicatriz residual de lo que fue el cordón umbilical durante el periodo intrauterino. Este no tiene ninguna función en el cuerpo humano más que la estética.
La Dra. Martínez no solo se preocupa por operar bien a sus pacientes, sino también por cada vez buscar mejores resultados. El ombligo es el sello del cirujano en una abdominoplastia.